RESTAURANTE TREINTAITRÉS

Os recomiendo ir con reserva. En mi caso iba solo y me apeteció una buena comida aprovechando que era primeros de Junio y la buena verdura de la zona tenía los días contados.

El comedor es amplio, para unos 70 comensales. Las mesas están decoradas con un pequeño Kalanchoe rosa y la estancia me pareció agradable, aunque se hubiera agradecido una mayor distancia entre mesas y como detalle crítico, me pareció que el peso de los cubiertos estaba descompensado, por lo demás todo me pareció perfecto.

Este restaurante 33, sirve la friolera de 17.000 menús de verdura al año. Ni en la web, ni en la carta pone su precio, quizás para no asustar: 40€. Fue el camarero quien me lo recomendó y aunque el precio es alto, la Ribera de Navarra lo merecía. Antes de recomendarme este menú, me ofrecieron la carta, muy completa en donde el principio y el final de la misma se acompaña de varias hojas con firmas de muchos personajes famosos. En ningún momento sacaron el menú del día, en donde por 20€ ofrecen un menú todo incluido con dos platos y el postre.

El servicio se comportó de forma profesional y en los primeros compases me sorprendió su rapidez, me pareció incluso que iban acelerados.

Menú degustación de verdura.

Empezamos con lo verdaderamente importante: la comida, más bien la verdura. El menú se compone de nada menos que de 8 platos y el postre.

Espárragos de nuestra finca, cocidos templados con aceite de oliva virgen extra.
No se pudo empezar peor, la verdura reina de la zona, el espárrago, apreciado por todo comensal que pisa un restaurante en la Ribera, desgraciadamente a principios de Junio no hacía justicia a lo que es capaz de ofrecer esta zona.
3 espárragos largos, algo delgados con buen aceite y poco más. Si sueles comer espárragos de lata y te encantan, seguro que estos te parecen muy buenos, sino, decepcionan.

Ajetes frescos de nuestra plantación fritos dos veces.
Una pena que en su plantación propia de ajos no fueran fechas buenas para ofrecerlos en el restaurante porque prometían, repito que es una pena, pero prefiero que sea así, a no ofrecer un producto que no está a la altura. Hablando con Ricardo, el chef, me contó que al igual que los ajetes los puede quitar si la calidad no es idónea, con los espárragos es otro cantar, ya que muchos comensales van de propio sólo por este apreciado manjar.

Chalota de calabacin.
El plato sustituto en vez de los ajetes, la chalota me gustó, un buen conjunto.

Cebolletas confitadas al Chardonay.
Perfecta, una cebolleta que bien merece la pena que la pidáis como aperitivo si vais a la carta.

Láminas de patatas confitadas en aceite de codillo de jamón con tallos de borrajas y sus cremitas.
En este plato, el chef se luce. Me alegré ya que de momento la comida no era gran cosa. Me agradararon mucho las borrajas, producto muy típico de Aragón y zonas cercanas como Navarra, pero lo más impresionante fue el conjunto con el aceite de codillo, sensacional.

Menestra de las cuatro verduras reinas de temporada.
No estoy acostumbrado a comer menestras con salsa de verdura pero el resultado fue bueno y me gusta cambiar de aires. Lo sirven en un cuenquito con un poco de guisantes, alcachofas, judías y espárragos con la inestimable ayuda del jamón, que le da el toque final.

De momento echaba de menos mayor protagonismo en el sabor de la verdura, los platos eran bonitos, bien presentados y elaborados, pero faltaba rematarlos con un producto de mayor calidad.

Pencas de acelgas rellenas de ibérico y veloute de hongos con salsa holandesa gratinada.
Este fue otro de los platos sobresalientes, las pencas nunca me han gustado, pero echas sí, gustan a cualquiera. Sobresalientes.

Corona de alcachofas con foie fresco y puerro crujiente.
Las alcachofas pequeñitas y algo mejorables, pero el conjunto sí me gustó, buen plato y el foie acompañando perfectamente. Buenas cantidades.

En este momento os puedo decir que ya me encontraba lleno, y aún quedaban dos platos contundentes.

Pochas de Tudela con guindillas en vinagre.
Soy un enamorado de las guindillas, estas me gustaron aunque me parecieron demasiado suaves. Me gustó mucho el plato para terminar la comida, ya que de esta forma nadie podrá decir que termina el menú con hambre.

Tulipa de almendra con helado de queso y membrillo.
Se incluía en el menú cualquier postre de la carta, y no eran nada baratos: entre 6 y 7€. Me costó mucho elegir el postre y no pude hacerlo mejor. 3 bolas de helado, dos de queso y una de membrillo, el clásico queso con membrillo pero en helado, buenísimo.

Fue el broche a una comida en la que quedé harto del todo con mil sabores en mi estómago.

El menú era sin IVA, por lo que con el agua (2€) y la copa de vino (2,3€), costó 48€.

Conclusiones.

Inicialmente este restaurante 33 me pareció una máquina de hacer dinero, con una crítica a su favor, es de los pocos restaurantes que ofrecen un menú degustación sólo de verdura y no les faltan comensales venidos de toda España.

El servicio se comportó bien, preguntando si todo iba bien, aunque al final se relajaron y tardaban más de la cuenta.

Tras probar el menú degustación de verduras, puedo decir que los 40€ están bien invertidos para cualquier amante de la verdura. Tras más de una hora probando cada uno de los platos, la experiencia es muy grata, verduras variadas y elaboradas, terminando con unas pochas y un excelente postre. Las raciones son perfectas y la calidad está asegurada incluso en fechas poco propicias.
Volveré en Abril.

Instalaciones:	(7,3)
Servicio:	(7,3)
Calidad:	(7,8)
Precio:	(7,2)

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| Más info:
Web oficial: http://www.restaurante33.com/