CRÍTICAS GASTRONÓMICAS
Te encuentras en: Ocio » Restaurantes » Casa Augusto, Soria
Agrandar texto [+] Reducir texto [-] Imprimir página [i]

 RESTAURANTE CASA AUGUSTO

casa augusto

info Ficha Técnica.

> Dirección: Plaza Mayor nº 5, 42002 -  SoriaHaga Clic para ver el Mapa.
> Teléfono: 975 21 30 41
> Precio medio: 50€

Introducción

En nuestro periplo culinario nos adentramos ya en otro tipo de cocinas regionales. En este caso visitamos Casa Augusto uno de los restaurantes o mejor dicho como ellos se autodefinen Casa de Comidas más antiguas de la capital Soriana, no en vano comenzó su andadura en 1939, todo un referente dentro de la ciudad.

> Ambiente

Ubicado en la parte vieja de Soria capital, concretamente frente al Ayuntamiento y rodeado de otros muchos restaurantes y bares de tapas se encuentra este establecimiento, probablemente  el más conocido de los restaurantes de la capital. Pasamos por una pequeña puerta de madera a un local eminentemente rústico y con enorme calidez con capacidad para unas 40 personas. De su ambiente destacan varios aspectos. En primer lugar, lo cuidado de su decoración. Un local en el que predomina el tono verde, por sus mesas y sillas de anea en este color al igual que los tradicionales baldosines que cubren la mitad inferior de sus paredes acompañados de toques rosa palo que contrasta enormemente con el color anaranjado de su parte superior donde cuelgan las fotos de todos los asiduos y famosos clientes del local. Actores, directores, gente del teatro en general predominan en estas paredes en las que también se puede encontrar a periodistas y escritores de renombre. Haciendo de este hecho uno de los atractivos del local. En segundo lugar llama la atención los detalles que adornan el salón tales como máquinas de escribir antiguas, máquinas de coser de la época de nuestras abuelas o estufas de antaño que todavía sirven para calentar el restaurante.
Sin duda, ese ambiente rústico cuidado al detalle dota al local de un encanto y calidez especial.

casa augusto comedor

> Servicio

Servicio nada destacable. Dejándose ver al fondo el propietario de local, como vigilante ante todo lo que ocurre, controla a los dos camareros que había este sábado a mediodía haciéndose cargo de la clientela. Una joven camarera vestida de calle, muy sonriente y amable encargada exclusivamente de acomodar a los comensales y de tomar las comandas. Toda la comida nos atendió un joven camarero, de algún país del Este, correcto en todo momento pero quizás pecando de algo de inexperiencia. A destacar en cuanto al servicio un par de detalles negativos. Tan sólo estábamos 3 mesas de 2 personas cada una y tardaron en sacarnos el primer plato unos 15 minutos, ni siquiera el aperitivo y cuando trajeron los entrantes a la vez se sirvió el aperitivo. Al igual que se pecó de lentitud al principio hubo ocasiones en las que casi se nos invitaba a darnos prisa visitando nuestra mesa hasta en 3 ocasiones para ver si habíamos finalizado.
Un servicio que no hace honor a un restaurante de esta aparente categoría y trayectoria.

> Comida/Carta

Carta de lo más tradicional con platos y guisos castellanos en los que destacan los productos de la tierra (cochinillo, cordero, morcilla, migas, sopa, torreznos, etc.)
No debemos olvidar las especialidades de la casa como son las migas pastoriles, las sopas de ajo castellanas o la caldereta piñariega de añojo, pimientos o cebollas rellenas entre otras muchas que vienen perfectamente marcadas con una estrellita al lado como especialidades del restaurante. Sin embargo uno se erige como su plato estrella, el pecho de cordero lechal podrido al romero y que Casa Augusto se encarga de presentar como su secreto mejor guardado y que será lo que haga volver al comensal a visitarlos.
Hay una parte de la carta que podríamos decir que es algo más actual y en la que se ha intentado innovar dentro siempre de lo tradicional con platos que siguen la línea castellana pero a los que se les ha intentado dar un toque más moderno. Entre ellos podríamos destacar la ensalada de almendras fritas, el crepe de salmón ahumado en salsa de rodaballo o las delicias de pato con uvas al módena que como puede verse tampoco supone una fricción excesiva de la  típica cocina de la casa.
Entre los postres nada muy destacable, por lo general platos bastante trillados como la tarta de queso a las frutas del bosque, los profiteroles con chocolate caliente amargo y un poquito más especial sin ser nada  tremendamente original como la crepe de manzana tibia con salsa de amareto.
Una carta que llama la atención positivamente por su especialización en la cocina tradicional con el uso de productos de la tierra pero que se queda algo corta en cuanto a opciones en muchos de sus apartados.

> Precio

Casa Augusto evaluando calidad, servicio, ambiente y cantidad tiene un precio excesivo, muy por encima de todo lo que ofrece. Hay que dejar bien claro a aquellos que nos leáis que no conseguiréis comer o cenar por menos de 45 euros por persona, eso sin pedir nada excepcional. No hay nada en la carta que merezca pagar un precio así ni por tipo de producto ni por calidad ni mucho menos por cantidad de raciones que se quedan escasas hasta para alguien que no sea de comer excesivo.
Por justificar esta sección y que os hagáis una idea. Los entrantes tienen un precio medio de 11 euros algo sorprendente cuando hablamos de sopas, croquetas, migas o torreznos y ni uno de los segundos baja de los 18 euros. Si a esto le añadimos que de una simple botella de agua se cobra 2.40 o de un vinito muy normal de Ribera del Duero desconocido 17 euros enseguida llegaremos a precios tan desorbitados como el que ponemos de referencia.
En resumen, precio nada acorde y desfasado a la oferta culinaria del establecimiento.

casa augusto famosos

> Opinión Sonia Agud

En esta ocasión y sin saber mucho de la oferta gastronómica de la capital soriana nos dejamos guiar por internet y por los restaurantes más conocidos que saltaban en la búsqueda. Teníamos varios entre los que escoger pero llevábamos tiempo sin ir a comer en plan mesa y mantel comida contundente y tradicional, lejos de las visitas a sitios pichis y de cocina de vanguardia que habíamos visitados últimamente como Arzak o Rodero y viendo que Casa Augusto era la casa (valga la redundancia) de tantos rostros conocidos y que la carta era lo que buscábamos decidimos visitarlo un sábado a mediodía. “Tanta gente famosa no se podía equivocar”, pensé yo.
Entramos a eso de las 2.30 y tan solo dos mesas ocupadas. Enseguida vino una joven camarera a acompañarnos a la mesa que habíamos reservado y a traernos la carta.
Viendo las recomendaciones y especialidades de la casa decidimos optar por ellas y como no por la carne. Enseguida decidimos los segundos Manita “Inocente” de cerdo rellena de hongos y por supuesto el plato estrella que según ellos te hace volver, el cordero podrido al romero. En los entrantes nos costó elegir, tampoco había nada que nos apeteciera especialmente y al final decidimos tomar unas croquetas caseras y el alma del cerdo que no es otra cosa que torreznitos fritos. De beber un tinto tempranillo de Ribera del Duero Roble Augusto.
Al pedir los segundos la camarera nos dijo que no nos recomendaba pedir el cordero especialidad de la casa ya que las piezas que les habían traído eran muy grandes y no lo recomendaban. Yo me quedé bastante sorprendida por dos motivos. Primero, es el plato estrella y no hay (lo había pero no lo recomendaban, así que como si no existiera) y lo gordo es que no hay en un sábado a mediodía y segundo, si no tienes o la carne no está a la altura pon cualquier otra excusa pero no que el producto no es de calidad porque devalúas el establecimiento. Así que nos decidimos por la caldereta castellana en su lugar.
La comida no empezó con muy buen pie. Estando 3 mesas tan sólo, ¿cómo podían tardar más de diez minutos en traernos unas simples croquetas y unos torreznos? Por fin llegó el camarero, correcto pero al que le faltaban maneras para un restaurante de tal trayectoria, que nos trajo los dos platos y a la vez el aperitivo. Claro, la espera no se hubiera hecho tan larga si lo hubiera traído cuando procedía y no con los entrantes. Primer error.
En cuanto a los entrantes nada destacable. 6 croquetas (jamón, bacalao y morcilla) buenas y bien elaboradas pero sin más historia y los torreznos cortados muy finitos, de sabor suave, correctos sin más.
Ya en los segundos vino nuestra mayor sorpresa. Primero y especialmente por la elaboración y calidad de la carne de la caldereta y segundo por las cantidades. En la caldereta había seis ridículos trozos acompañados de un poquito de verdura y al probarla cualquier carne de poca calidad es mejor que esa, ni siquiera podía ocultarse con la elaboración del guiso. Yo que me había pedido la manita os puedo decir que por lo menos este plato estaba bueno, sabroso y bien elaborado pero tampoco era nada descomunal.
Viendo que nos íbamos a ir con hambre decidimos tomar postre. Para elegir nada original, lo mismo de todos sitios. Optamos por la crepe de manzana y el pudin de uvas. Los dos estaban buenos, para mí quizás lo mejor de la comida. Algo que sin duda, no dice nada bueno del establecimiento.
Un detalle que no me gustaría dejar pasar por alto es el tema del pan. Nos pusieron unos 8 trozitos de pan cortaditos y untados de buen aceite de oliva para mi gusto muy bueno pero cual fue nuestra sorpresa al ver que en la cuenta nos habían clavado 4,20 euros de pan. Me parece muy bien que lo pongan pero con semejante precio lo normal es preguntar al comensal si lo quiere de ese modo. Mal detalle y desorbitado precio como el de toda la comida en general. Todo esto junto con dos cafés y agua nos costó 95, 90 euros. Yo casi me caigo de la silla al ver la cuenta.
Nada de lo que comimos valía dinero y la elaboración y sobretodo las raciones dejaban mucho que desear. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan timada en un restaurante. Timada por varias razones. Creía que iba a un restaurante con solera y buen bagaje y saber hacer y me encontré con un restaurante de mediopelo, de baja calidad y pobre elaboración. No sé si hace años Casa Augusto sería lo que aparenta, lo que sí os puedo decir bien claro es que decepciona en todos sus aspectos. No sé si  a todo el famoseo que lo frecuenta le darán la misma comida que a nosotros pero de seguir así durante mucho tiempo no le auguro un futuro muy halagüeño.
Tengo un titular para esta crítica. Casa Augusto, claro ejemplo de lo que fue y nunca volverá a ser.

> Opinión de Javier Rioja

Como podéis leer, Sonia no pudo tener peor sensación en este restaurante, y quizás pondría una puntualización a su conclusión: no le veo tan mal futuro a Casa Augusto siempre y cuando tenga clientela foránea de Soria. A estar recomendado por la Guía Michelín no creo que le falte gente. Restaurantes como este hacen que me pregunte de la veracidad de estas guías gastronómicas, ¿verdaderamente son neutrales?.

En el corazón de Soria tenemos 3 restaurantes para elegir, uno tras otro. El lugar es bonito, y el interior del restaurante también, aunque los baños dejan mucho que desear.

En el servicio me sorprende que la joven que nos pidió la carta al principio (la hija del dueño) no se despidiera, ni preguntara, se desentendió totalmente y al final se te queda una sensación extraña porque todo pintaba bien al principio pero te dejan de lado al final.

Otro fallo la mar de extraño fue la copa para el vino, imposible apreciarlo en un vaso tan ancho y grande, muy mal.

Por otro lado sales con cara de tonto al ver en la carta un plato que en principio lo pintan como algo espectacular, y al final te tengas que ir sin probarlo porque ese día no estaba bueno.

Una pareja de la mesa de al lado se quejó porque uno de los platos estaba sucio.

Las raciones son algo para que lo arreglen cuanto antes, los entrantes eran más bien tapas de bar, sopas, croquetas, nada que llene, pero lo gordo es que los segundos tampoco llenan, la caldereta de 18€ tenía 6 trocitos de carne, y ya no hablo de que casi ni se podían comer de lo detestable que me resultó. El pudin estaba muy bueno pero la ración era más bien para un niño de 6 años y costaba nada menos que 5€. En general, los precios se podrían calificar como un timo.

Por otra parte, lo bueno de este restaurante son los platos que suelen mimar como los torreznos y las manitas, fue lo único que me agradó.

Por lo que concluyendo, Casa Augusto es un restaurante que no puedo recomendar, será un lugar con encanto, recomendado por Michelin y Periquin, pero no ofrecen ni mucho menos la calidad minima que se espera por sus precios, y ya el colmo son sus raciones, el salir con hambre pagando casi 100€ es un hecho esclarecedor. Una pena.

casa augusto exterior

Instalaciones: 7,3 (7)
Servicio: 5,9 (5,9)
Calidad: 6,2 (6,2)
Precio: 3,2 (3,2)

 

idea | También te puede interesar...
Otros restaurantes: Palomeque- Arzak - Michael Mina- La Matilde- Asador de Aranda
i | Más info:
Web oficial: http://www.casaaugusto.com/
› Documento creado en Marzo del 2009
Por Sonia Agud y Javier Rioja

> Contacta con el autor | > www.rIL.es

Javier Rioja © 2006-2022

Aviso legal. Esta obra se encuentra bajo una licencia Creative Commons